La actuación en el campo de la política exterior se halla en general, dejando de lado grandes emergencias, libre de las exigencias económicas, políticas y hasta intelectuales que dominan la agenda diaria de la política nacional de un país. Un cambio de actitud oficial hacia un país extranjero, aunque sea titular de los periódicos y salga en las noticias por televisión, no afecta la vida del ciudadano medio. Si la crítica es hacia un gobierno represivo u odioso pero cortes y afable, puede haber una cierta indignación, pero pocos ciudadanos se verán afectados. Los sesudos comentaristas informarán del deterioro de las relaciones entre un país y algún otro, pero no hay ninguna consecuencia para el ciudadano medio. Un titular de prensa diciendo que el gobierno observa con grave preocupación ciertos acontecimientos en Nicaragua, Costa de Marfil o Filipinas solo significa que han reaccionado así un puñado de funcionarios del gobierno. Las posteriores consecuencias del acontecimiento son intra...