Hace un tiempo escuché a alguien decir: "Ni las personas que desconocen quién fue Napoleón ni los gordos que siguen comiendo donuts deberían poder votar" . Para esta situación existe la Epistocracia. La solución que planteaban Platón y John Stuart Mills hace siglos. Son varias las voces qué viendo el avance de distintos populismos, el deterioro de la democracia en occidente y la anormalidad de ciertos candidatos, se pregunta si el sufragio universal no fue una absoluta temeridad. Llevamos 65 años investigando y midiendo cuánto saben los votantes, y los resultados son bastante deprimentes. Sabemos que la democracia tiene fallos sistemáticos y deberíamos considerar otras alternativas. El planteo pasa porque en general los votantes son unos ignorantes. Hay ciudadanos tan desinformados que se deberían abstener de votar por propia responsabilidad. Después están los fanáticos que solo siguen la información política de su partido con el mismo sesgo de quien apoya un equipo de fútbo...