Ya no se buscan noticias, se chocan con ellas entre los videos graciosos, anécdotas de amigos y consultas del trabajo o de compañeros de estudio. Los feeds de las redes en este maremágnum de contenido provoca una pérdida de contexto y jerarquía del contenido periodístico en la experiencia del usuario. El diario, el programa de radio y la televisión desaparecen como una unidad que presenta una visión ordenada y representativa de la actualidad. Solo queda retazos de historias y opiniones perdidas en un mosaico inabarcable de información de todo tipo y procedencia. La forma en que se usan los dispositivos tecnológicos es la clave para entender el actual consumo de noticias, y una de esas claves es la característica multiuso del teléfono celular por ser portátil y estar casi permanentemente conectado. La computadora, por su parte, se la asocia más a trabajo o estudio. La televisión pasó a cumplir el rol que antes tenía la radio: acompañamiento de fondo mientras se realizan tareas cotidiana...