En los últimos tiempos escucho la misma queja: las opciones que nos sugiere el algoritmo son malas y ni sabíamos que queríamos ver; eso nos lleva a perder más tiempo eligiendo que vamos a mirar y, como siempre, terminamos con la sensación de insatisfacción y fastidio. En el mejor de los casos, perderemos dos horas viendo algo similar al anterior que vimos y que olvidaremos en algunos días. Muchos creen que estamos en un gran momento de la cultura masiva con múltiples plataformas de streaming que nos da más poder como consumidor para elegir, sin embargo, nos encontramos en un escenario que genera gran ansiedad y en que las distintas alternativas nos ofrecen un achatamiento general de la calidad y variedad de los contenidos. El problema de la curación algorítmica es que rara vez nos ofrece algo nuevo; solo sigue patrones existentes rompiendo toda posibilidad de creatividad en la oferta monocultural. Cuando Chris Anderson -editor de la revista Wired-, desarrolló el concepto Lo...